Cómo ser una mujer femenina y elegante

En este post, voy a contarte cómo ser femenina y elegante, así que prepara tu bebida favorita y ponte cómoda, que empezamos.

Pero primero, antes de explicarte cómo ser femenina y elegante, vamos a definir qué es ser femenina y qué es ser elegante.

Ser femenina es mostrar al exterior tu energía femenina, que habita en tu interior. Ser femenina tiene que ver con conectar con tu verdadero yo, con tu ser, con tu esencia, y también con cómo te mueves, cómo caminas, cómo hablas, cómo piensas, cómo te arreglas, cómo comes, etc.

Y ser elegante tiene que ver con la sencillez, con lo simple pero bello. Es mostrar distinción, buen gusto, tener gracia, finura, gentileza, delicadeza y educación. Es respetarse a una misma y a los demás.

Ahora sí, voy a darte once claves para que puedas ser femenina y elegante:

Número 1: cuida tu postura. Tener una buena postura es esencial si quieres ser femenina y elegante. ¿Cuál es la buena postura? Es hombros ligeramente hacia atrás, pecho ligeramente hacia arriba, cabeza alta pero sin elevar la barbilla, ya que esto sería arrogancia, y una sonrisa.

Esta postura no solamente te ayudará a verte más femenina y elegante, sino que además cambiará tu estado de ánimo para mejor.

No sé si lo sabes, pero puedes cambiar tu estado de ánimo simplemente cambiando tu lenguaje corporal.

Al sentarte, procura no cruzar los brazos, ya que esto es un lenguaje corporal cerrado. Deja que tus manos reposen suavemente sobre tu regazo.

Y no te sientes con las piernas abiertas, sino con las piernas juntas.

Número 2: fíjate en tu armario. Fíjate si en tu armario tienes prendas femeninas y elegantes. Si quieres verte más femenina y elegante, te aconsejo que optes por más vestidos y faldas.

Esto no significa que tengas que deshacerte de todos tus pantalones, ya que hay pantalones de vestir que son muy femeninos y elegantes. Y los vaqueros y los shorts son muy favorecedores.

Pero en la medida de lo posible, intenta incluir más faldas y vestidos en tu armario.

Y en cuanto a los colores, opta por tonos neutros como el blanco, el negro, el beige, el crema, el cámel o el gris, o por los colores pastel. Este tipo de colores te harán verte más femenina y elegante.

Número 3: cuida tu manera de hablar. Procura no decir tacos ni groserías. Trata de pronunciar adecuadamente las palabras. Pasa por cada letra, por cada sílaba como si las estuvieras saboreando.

No necesitas hablar rápido, no hay prisa.

Un tono pausado y calmado al hablar es mucho más femenino y elegante que hablar muy rápido.

Procura tener buena dicción. Para esto, puedes leer mucho o escuchar charlas y conferencias de personas que te guste cómo hablan. Leer en voz alta un texto también es una buena forma de entrenar y desarrollar tu dicción.

Número 4: evita los cotilleos y los chismorreos. Los cotilleos y los chismorreos vienen cargados de energía negativa y esto no es lo que una mujer femenina y elegante transmite.

Si estás en una conversación en la que está habiendo cotilleos y chismorreos, puedes decir algo positivo de la persona sobre la que están cotilleando si te apetece, pero personalmente te recomiendo alejarte de esas personas porque es muy complicado que tú no cotillees ni chismorrees si te pasas el tiempo rodeada de personas que cotillean y chismorrean, ya que los seres humanos somos la media de las cinco personas con las que más tiempo pasamos.

Número 5: aprende a estar en tu cuerpo. Si te pasas todo el tiempo en la mente, esto significa que estás en tu energía masculina, y para poder transmitir feminidad al exterior necesitas estar en tu energía femenina, y esto lo consigues bajando a tu cuerpo, que es donde reside tu energía femenina.

No me malinterpretes, tu energía masculina es maravillosa también, pero sirve para otras cosas de las que te hablaré en otros posts.

Por ahora, quédate con que para poder emanar feminidad, necesitas estar en tu energía femenina, que vive en tu cuerpo y no en tu mente.

Estate en tu cuerpo y fíjate si notas alguna sensación. Puede ser un poco de tensión en tus hombros, tal vez. Si es así, no trates de eliminarla. Tan sólo obsérvala con curiosidad. Con el tiempo, te irás acostumbrando a entender los mensajes que te manda tu cuerpo.

Número 6: conecta con tus emociones y sentimientos. Esto es algo muy femenino.

No tengas miedo de tus emociones y sentimientos, ya que lo único que están haciendo es tratando de darte una información, incluso las emociones menos agradables, como la envidia, los celos, la ira o la tristeza, así que trata de no reprimirlas.

Escúchalas, fíjate qué es lo que quieren decirte.

Y las emociones agradables, como la alegría, la gratitud, la paz o el optimismo, lo mismo, tampoco las reprimas.

Puedes escribir en un diario cómo te sientes. Esto es una forma estupenda de liberar tus emociones y evitar que se queden estancadas o reprimidas en tu cuerpo, y además te ayudará a conocerte mejor y a estar más en contacto con ellas, con tus emociones.

Número 7: envía notas de agradecimiento. Si has asistido a un evento, a una comida o a alguna fiesta y te has sentido a gusto en ella, es muy elegante enviar una nota de agradecimiento al anfitrión.

Destacarás mucho porque esto casi nadie lo hace y el anfitrión se sentirá muy bien al leer tus palabras y al saber que te lo pasaste tan bien.

Algo que una mujer femenina y elegante procura es hacer sentir bien a los demás.

Número 8: cuida tu diálogo interno. La mayoría de la gente tiene un diálogo interno muy negativo. Se están hablando mal constantemente y esto no trae nada bueno.

Si quieres ser una mujer femenina y elegante, entonces es esencial que cuides tu diálogo interno. Háblate con amor, con mimo, con compasión y respeto.

Puedes utilizar las afirmaciones positivas para reprogramar tu mente, para que sea más positiva.

Por ejemplo, puedes decir "Yo me amo a mí misma tal como soy", o "Yo valgo mucho", o "Yo me merezco todo lo mejor", o "Yo consigo todo lo que me propongo".

Número 9: colabora con otras mujeres. Colaborar es una cualidad muy femenina.

En vez de envidiar, criticar, compararte y competir con otras mujeres, colabora con ellas.

Existe el dicho que dice que para una mujer, no hay peor enemigo que otra mujer. Y esto, tristemente, se cumple muchas veces.

Sin embargo, ser femenina significa amarse y respetarse a una misma, y si te amas y te respetas a ti misma, entonces no tienes por qué envidiar, criticar, compararte ni competir con otras mujeres porque entiendes que tú eres única, especial e irrepetible. Así que en vez de todo eso, admíralas y colabora con ellas.

Por supuesto, si una mujer se comporta mal contigo, elimínala de inmediato de tu vida.

Pero si son mujeres que no te han hecho nada malo, entonces busca colaborar con ellas y admíralas si es que son o hacen algo que tú admires, en vez de envidiarlas, criticarlas, compararte y competir con ellas.

Número 10: pasa tiempo con otras mujeres. La mejor forma de recargarte de energía femenina y de estar en contacto con tu feminidad es pasando tiempo con otras mujeres.

Pero asegúrate de que sean mujeres de calidad, que te transmitan buen rollo, que te aporten, que te sumen y que estén de tu lado. Elige a tus amigas cuidadosamente y pasa tiempo con ellas.

También puedes pasar tiempo con mujeres mayores que tú (tu madre, tu hermana mayor, tus primas, tus tías, tus abuelas, tu suegra, tu vecina, etc.). Las mujeres mayores son un tesoro por su sabiduría y experiencia. Pero una vez más, asegúrate de que estas mujeres mayores te transmitan buena energía, que realmente te quieran y que quieran ayudarte y guiarte genuinamente, y que te sean leales.

Número 11: cuando estés en persona con alguien, pon lejos de ti tu teléfono móvil o celular. Estar mirando constantemente el móvil o el celular mientras tienes a una persona delante de ti es algo muy poco femenino y elegante.

De hecho, es una falta de respeto, ya que le estás mostrando a la otra persona que no te importa y que para ti es mucho más importante lo que estás viendo en tu móvil o celular.

Faltarle el respeto a otra persona no es femenino ni elegante.

Y hasta aquí el post de hoy. Espero que te haya gustado y que te sea de utilidad.

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